Tesoros de Otoño

 

Llegó el otoño, tras un verano alegre, de vacaciones, de calor y luz intensa. Los árboles caducifolios nos recuerdan, con la caída de las hojas, el ciclo de la vida.

El otoño, la estación de los muertos, el día de los difuntos. El otoño, más que triste: Melancólico.

 

 

Los manipuladores del tiempo le roban una hora, argumentando un no se qué del ahorro energético... El tiempo, yo dejé de usar reloj hace muchos años.

El otoño, humaredas en los puestos de castañas asadas, casetas de madera marrón, de quita y pon, cartuchos de papel, bajo las primeras lluvias.

 

 

El otoño proporciona una luz especial a los fotógrafos, la naturaleza nos regala una variedad de ocres, marrones, tonalidades rojizas, colores otoñales...

 

 

En el bosque de pinos, la ardilla se apresura en devorar una piña. Tras la copiosa lluvia, aparecen mágicamente, setas y caracoles. Un débil rayo de sol se cuela entre la marabunta de nubes grises, y un arco multicolor corona el cielo, bajo la atónita mirada de la higuera.

 

 

Cerca de mi casa, dos enormes plátanos orientales, se desprenden generosos y pausados de sus "Tesoros otoñales". Las hojas verdes se tornan marrones y suavemente caen, unas a la carretera, cuarteadas bajo las ruedas de los autos, otras a la acera, pisoteadas e ignoradas por los transeuntes. Algunas serán cuidadosamente rescatadas por los caza-tesoros otoñales.

 

 

 

Málaga - Noviembre 2012